miércoles, 26 de agosto de 2015

Cultura Belenense.... Recordando un poco de Historia

Belén de la Sierra

Belén es un pintoresco pueblo que se encuentra al sur del Estado Carabobo a más de 700 Metros de altura y denominado el Balcón Turístico del Municipio Carlos Arvelo, posee una extensión territorial de 221 Kms². 

En sus altos nace el río Agárico, acompañado de infinidad de paisajes geográficos donde se alternan altas serranías, lomas y praderas propias para el pastoreo de ganado vacuno y caballar.

Su clima es excelente por su abundante vegetación y altura. Su nombre deriva del parecido geográfico con Belén de Judea, donde nació el Mesías, según exposición del Padre Hernández, su fundador, quien había visitado tierra Santa.
Croquis pintado en el Infocentro Belén

Busto del Indio Tacasuruma

Dice la Historia que antes de llamarse Belén se conoció como Valle Tacasuruma (nombre aborigen que sígnifica según el investigador Dr. Jesús Briceño Enríquez, “lugar de Vasijas”). , habitado por Indígenas que a lo largo del tiempo desaparecieron y el Valle paso a ser propiedad del Dr. Fabian Avila y su hermana la Señorita Carmen Avila, quienes dotaban de mercancía a los habitantes de la región en una casa colonial que llamaban “Casa Belén”.

Luego estos Avila donaron este Valle para la Fundación del pueblo, y esto se efectuó el día 05 de Agosto de 1873, cuando el Padre Pedro Pablo Hernández en parecencia de los donantes, vecinos, autoridades civiles, militares y eclesiásticos lo funda; procediendo a levantar el perímetro donde se levantaría el templo, el trazado de las calles, la plaza, casa de gobierno y las parcelas para las viviendas de sus pobladores. 

El Pueblo de Belén fue elevada a parroquia Civil el 19 de Febrero de 1878, por la Asamblea Legislativa del Estado Carabobo. 

“Algunos le llaman Belén de la Sierra, en referencia a su conformación geográfica, para diferenciarlo de otras poblaciones del mismo nombre”.

Queso de Mano de Belen 

Belén es un pueblo con perfume de queso y leche recién producidos, en él se alberga un conglomerado de queseras, que se ubican por el orden de unas diez, dedicadas a producir queso de mano, suero y natilla, entre otros derivados de la leche.
Estos queseros, caracterizados generalmente por su humildad, sobreviven a la recatada actitud del mercado criollo, aprovechan una habitación improvisada de la casa para producir uno de los alimentos típicos del país. Generalmente, cuentan con dos o tres empleados, quienes calzados con botas plásticas, chapalean los ríos de leche acuosa que recorren los pisos de cemento pulido, se mueven con velocidad industrial y animo artesanal. Mientras que los niños transforman este espacio de trabajo en un lugar de juegos, y así crecen, sabiendo cómo se hace el queso de mano sin poder explicar muy bien cuándo lo aprendieron.
Las queseras que hacen vida en Belén cuentan con una amplia cartera de clientes que durante los 30 días del mes se acercan hasta este lugar a buscar sus pedidos, el cual resulta la principal actividad económica de muchos. Cabe destacar que la mayoría de ellas despachan entre 20 y 60 docenas de quesos diariamente a los revendedores y propietarios de establecimientos comerciales.
Pero, no sólo cuentan con sus clientes fijos, sino también con los centenares de turistas que visitan este pueblo para degustar de los exquisitos y más famosos quesos de mano. Aunque famosos por el queso de mano también producen el suero y natilla.

Pero según la historia que guarda esa población, hacia el año 1847, un grupo de campesinos que habitaba en el valle antes de ser fundado como Belén, conocía el queso como "leche cuajá". 
El pionero en la realización del queso de mano fue José Garóffalo Sandoval, quien de alguna manera dio origen a las queseras en Belén al enseñar su arte a Don Alejandro Ascanio, formando éste una de las fábricas más antiguas mantenidas hasta hoy por su familia.

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